05/09/2007- El Hernandense, Germán Boaglio de 29 años, a plena luz del dÃa y mediante una intrépida maniobra, fue asaltado mientras solucionaba un problema en su vehÃculo que habÃa sido realizado con un objetivo preciso. Los malhechores aprovecharon el momento en el cual el hernandense cambiaba el neumático de su auto, y le quitaron el portafolios, que habÃa dejado dentro del auto hacÃa minutos y luego desaparecieron sin dejar rastros, el hecho ocurre cuando ya se habÃa retirado de la sucursal villamariense del Banco Francés, con 10 mil pesos que habÃa retirado de la entidad bancaria.
Una pinchadura
Todo comenzó con una pinchadura y duró apenas un par de minutos.
“No sé quien les pasó el dato, pero seguro que me estaban esperando. ¿Cómo podÃan saber, si no, que yo traÃa la plata?â€, se preguntó amargamente.
“Fue apenas un minuto o dos. Yo salà del banco, entré al auto, dejé el portafolio entre los dos asientos, al lado del freno de mano y arranqué. Hice marcha atrás y sentà el pinchazo. No recorrà ni medio metro. La cubierta se quedó enseguida sin aire, porque el fierro que pusieron está preparado para eso. Entonces me bajé para cambiar la rueda y en ese momentito me sacaron el portafoliosâ€, expresó Boaglio, apoyado en el baúl abierto de su Ford Escort azul estacionado sobre la plaza Centenario.
En otro tramo del amargo relato, el damnificado señaló que “aunque no los vi, estoy seguro de que eran dos viejos que estaban en la plaza cuando salà del banco. Si los hubiera visto, los matoâ€, manifestó el damnificado al lÃmite de sus nervios.
Este matutino pudo conocer que era la primera vez que Boaglio operaba con la casa crediticia frente a la cual ocurrió el robo.
Pero no sólo le preocupaban a Boaglio los 10 mil pesos que acababa de extraer del banco y que le habÃan sido sustraÃdos, sino también el resto del contenido del portafolios que le llevaron.
“TenÃa toda la documentación del auto, la tarjeta de crédito, que ahora mismo voy a denunciar y muchos otros documentosâ€, se lamentó el joven ruralista.
IngenierÃa delictiva
El modus operandi de los delincuentes, si bien no cuenta con sofisticada tecnologÃa, es producto de una “ingenierÃa†de cierta precisión que no ha podido ser combatida por la PolicÃa.
Los cacos, quienes casi con seguridad cuentan con información precisa acerca del “puntoâ€, colocan bajo la rueda trasera del coche un dispositivo de metal consistente en una planchuelita de hierro con dos tubitos, a modo de clavos. Bajo los tubos, la planchuela está agujereada, para asegurar asÃ, que una vez que los caños se clavan en el neumático, éste se queda casi automáticamente sin aire. De esta manera, obligan a la vÃctima a descender del vehÃculo y allà aprovechan para robarlo; en algunos casos, como el de ayer, cuando el damnificado cambia la rueda. En otros casos, uno de los dos cacos “ayuda†al “punto†con la goma pinchada mientras el otro le sustrae el dinero que, invariablemente, queda dentro del coche.
Varios casos
Al parecer, desde hace unos meses, vienen ocurriendo estos hechos en perjuicio de clientes, tanto del Francés como del Nación. Siempre en plaza Centenario; una buena plaza para los ladrones.