El grupo de la Parroquia San José, «Movimientos de Cursillos de Cristiandad Diócesis de Villa MarÃa» le escribió una emocionante carta de agradecimiento al Padre Gustavo Casas que ha sido asignado para prestar su servicio en la Parroquia de RÃo Tercero a partir de este domingo.
Padre Gustavo:
Esta frase del Papa Francisco me da pie para responder, a las palabras utilizadas por usted en este último domingo 1º de Mayo:
Tal vez recibas de la vida golpes, del amor sufrimiento, de los amigos traición, pero de Dios siempre recibirás Bendiciones.
En tu transitar alegre, supiste interpretar la música de la vida, las notas emitidas por tu guitarra, dan cuenta de tu personalidad sencilla, humilde, de gran corazón que paso a paso caló en lo más profundo de la sociedad de Hernando sacando a luz la vitalidad y la sencillez de la fe.
Compartiste sueños, esperanzas, caridad y comprensión a través del pastoreo realizado en cada una de las homilÃas.
Hemos convivido juntos buenos y malos momentos, pero ahora es tiempo de hacer un balance de tu paso por Hernando:
Como dejar de reconocer, el haber:
-Compartido la llegada del Papa Argentino en el repicar de las campanas en ese dÃa tan especial.
-Tus caricias constantes en el Facebook.
-El apoyo incondicional a los inundados de nuestro pueblo y poblaciones aledañas a través de campaña y colectas.
-El acompañamiento a las instituciones educativas.
-Las mismas en los distintos geriátricos y la contención de tus abrazos sin fin a nuestros queridos abuelos.
-Tu cruzada ante el flagelo del juego con la amenaza de los slot.
-El haber recibido la noticia de beatificación del cura Brochero.
-El regreso de los jóvenes a la iglesia mediante una participación activa.
-Las confirmaciones y comuniones, los retiros y encuentros de jóvenes.
-Las misiones y el apoyo a los jóvenes de Hernando que tan desinteresadamente nos representaron en otras localidades de la provincia.
-Las peregrinaciones al Saladillo y la Virgen de Punta del Agua.
-Los encuentros con los diferentes grupos parroquiales, permitiéndoles crecer en la espiritualidad y compromiso por el bien común.
-El apoyo incondicional a todos los eventos y festejos o necesidades que la sociedad ha requerido en el transitar diario.
-El trabajo conjunto con Caritas en campañas y logro de las viviendas tan ansiadas.
-El cuidado y protección del templo.
-Las misas de sanación, las adoraciones EucarÃsticas.
-La recepción de la réplica de la virgen del valle y la movilización del pueblo y sus alrededores, transformando nuestro templo en un pequeño santuario, hecho histórico en la ciudad y provincia de Córdoba.
-La siembras de servidores consagrados, en los diferentes Seminarios y Congregaciones Religiosas del PaÃs.
-La conformación del grupo parroquial “Nuevas Familias†en donde los niños intervienen junto a los padres en la celebración de la palabra.
-La asistencia contención y acompañamiento a la Fundación Nuestra Señora de Luján, con tu presencia diste respiro en el alma a los jóvenes que se recuperan del flagelo de las adicciones.
-La atención a la iglesia de Punta del Agua y Las Isletillas, a las Capillas Jesús Nazareno y SantÃsima Trinidad, como asà también a las diferentes ermitas (Shoestad, Lourdes, San Cayetano, Santa Rita, MarÃa Auxiliadora y Nuestra Señora del Camino).
-El festejo de Navidad con todos, marcando a fuego con el sello la humildad la unión de todas las religiones de Hernando, enseñándonos a compartir y convivir de manera profunda el nacimiento de Jesús.
-El transitar seguro y tenaz fue motivador para alentar el crecimiento de matrimonios y bautismos celebrados en nuestra iglesia, dando empuje a la figura de San José custodio de la familia cristiana.
Por todo ello, querido Padre Gustavo simplemente gracias por haber cumplido con la petición hecha por el Papa Francisco, el de hacer Lio, movilizando y sensibilizando los corazones en la común unión del pueblo de Dios.
Como sociedad esperamos con creses poder devolver un poquito de todo lo sembrado por usted, en acciones que nos ayuden a formarnos como personas, consientes de ser portadores de la palabra de Jesucristo en lo cotidiano de nuestras vidas.
Hasta siempre y las puertas de nuestros corazones siempre estarán abiertas.