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Una tarde para el recuerdo, jugaron INDEPENDIENTE Y ESTUDIANTES, eternos rivales, los albirrojos iban de punto, porque Los Chetos tenían ventaja deportiva, con el empate les alcanzaba, que por ahí le jugó en contra, porque parecía que el local se quedaba con todo y los visitantes se iban con las manos vacias. Pero en Fútbol no hay lógica y los goles son amores, cuando estaban 1 a 1, con la apertura de Cristian Ullúa para Estudiantes y el empate de Luis Quique Sanchez, parecía cerrar este capitulo, pero cuando se jugaba tiempo suplementario, cuando el arbitro prácticamente se llevaba el silbato a la boca para finalizar, llegó un gol, el gol del milagro, el gol del pase, el gol de la alegría y el gol de la discordia, FACUNDO PALACIO, hacía gritar a la hinchada que no lo podía creer, algunos lloraban, otros gritaban y la abuela Kela iluminaba con su mirada a su nieto que le había dado una de las emociones más grande de los últimos tiempos. Los que ocurría en ese momento en la cancha es para el olvido, jugadores de Independiente que arremetían contra el arbitro (que no jugó bien) pero lógicamente no se justifica la golpiza que recibió en el campo de juego, todo era confusión y pese al esfuerzo de la policía por contener a los indignados hombres de Independiente no pudieron evitar que le peguen a Monzón, una lastima, a veces el enojo nos hace perder la razón, seguramente quedará como un mal recuerdo, mientras los ganadores ganaban la calle envueltos en banderas rojas y blancas, llevando el trofeo mas preciado, el pase para la semi final. Hubo tres expulsados de Independiente, Francisco Cavaglia, Guillermo Garcia y Lucas Delbell.