Para Claudia Hilb, la dificultad para defender al régimen régimen derivó en una abstención de la opinión. En «Silencio, Cuba», analiza la revolución y busca desarmar la trampa argumental en la que «cae» la izquierda.
En «Silencio, Cuba», la doctora en Ciencias Sociales, Claudia Hilb, se propone analizar por qué desde hace (ya varios) años la gran mayorÃa de la izquierda democrática latinoamericana no toma posición frente a la Revolución cubana.
Hay excepciones, como en todo, pero una marcada mayorÃa no emite palabra sobre la cuestión. Cuba parece haberse convertido, según la autora, en un tema imposible de abordar sin caer en maniqueÃsmos falaces.
Algunas de las paradojas más comunes que parecen obturar esa discusión son cuestiones clave: ¿Cómo rescatar los logros del largo gobierno de Fidel Castro sin condenar su estructura totalitaria? ¿Cómo encontrar una vÃa crÃtica, sin caer en la impugnación total, propia de las corrientes más conservadoras? ¿Es posible establecer tales diferencias?
Estas preguntas sin respuesta son las que terminaron por «inmunizar» a Cuba contra todo arrebato ideológico que pudiera ir contra el régimen.