¡Sé un promotor de felicidad!
El amor es el origen de la felicidad. La felicidad no es un billete de loterÃa que podrÃa, tal vez, resultar ganador. Tú puedes forjar la felicidad siendo sembrador de esperanzas bien fundadas; siendo realizador de la satisfacción en los otros, de sentirse aceptados; bendiciéndolos con amor y sirviéndoles con lo que tienes, con lo que sabes, con lo que puedes y, en especial, con los que eres, dándote generosamente a ti mismo en favor de su promoción integral.
El amor es una fuerza vitalizante