Liniers 494 - Hernando - Córdoba - Argentina - Tel: 0353 4961099 E-mail: rfm2000@gmail.com

Matías Bendazzi es llevado en andas con los brazos en alto con humo rojo para desatar la alegría por un nuevo campeonato de Colón de Arroyo Cabral27/11/2007- El futbolista hernandense, Matías Bendazzi (29), logro junto con el equipo de Colón de Arroyo Cabral, obtener su tercer campeonato Clausura consecutivo de la Liga Villamariense de Fútbol. El conjunto cabralense contó con un plantel que exhibió chapa y temple en los pasajes de mayor angustia, estimulándose a base de bronca y dolor para rebelarse ante la adversidad. Matías «el Diablo» Bendazzi como lo conocen la Liga Villamariense, luego de una lesión que los dejo fuera de las cancha por tres meses, volvío con su diablura y fue una de las figuras del partido ante el clásico rival el Dep. Argentino (Arroyo Cabral) en la última fecha, y además quién logro el gol que sumó un nuevo trofeo a las vitrinas del «rojinegro». En dialogó con Mateo Palmeri para el «Pin-Pon de la Mañana», el jugador comento la experiencia de un nuevo cmpeonato en su historial futbolistica.(escuchar AUDIO)

boomp3.com

Bendazzi encaraba y pasaba, y Marín lo dejó de cara al gol, pero el juez no sancionó un penal que le cometió Serda (22’). Colón ya no fue tan insistente, ni arriesgó tanto, pero era el dueño de los tiempos, y del balón. Argentino, impotente, seguía peleando con el árbitro y otorgando ventajas enormes, máxime cuando intentó adelantarse. Con espacios Fernández habilitó a Marín, que superó la marca y ante Suárez le cedió el balón a Bendazzi, para que coronará su gran tarde decretando el 2-1 (27’).
En barrio Santa Ana, ante su rival de toda la vida el Dep. Argentino, Colón lució más rápido y más furioso, lo que hizo revertir el marcador ante su clásico, al que venció 2-1, en un partido que graficó a la perfección los sentimientos de Colón durante el campeonato.
Con números irreprochables (sólo 3 derrotas en 29 partidos), Colón fue el mejor de 2007, año en el que sufrió su peor pesadilla, pero tuvo un grupo capaz de soñar desde la bronca contenida, para desatar otro grito histórico, el noveno en la historia del club. Había que ganar, y lo que cuesta, vale.