Hoy vamos a poner la mejor pizarra, adornada con luces y letras en relieve porque vamos a servir un manjar especial, dedicado a alguien especial y única: Mamá. Ya que en el abanico comercial de dÃas D está incluido el dedicado a homenajear a la madre, no podemos menos que asociar nuestro reconocimiento a la irreemplazable generadora  de la vida y tributarle todo el amor que se merece por ser quien es, por hacer lo que hace y por darnos lo que nos da. Si bien el hombre se especializa en poner rótulo que diferencian de acuerdo a clases sociales o color de pieles, no existe madre pobre ni rica; madre blanca o negra; madre mala o buena: las madres son todas iguales, sin distinción de razas, credos, religión o estratos sociales. La tecnologÃa pudo y puede modificar cualquier elemento de cuantos componen el universo,pero el vientre materno es el más perfecto de los moldes, al que la ciencia jamás podrá sustituir. Listo el mantel blanco, las flores, una suave música de fondo, los platos , las copas para el brindis de sobremesa y el  menú que hoy está compuesto por: generosidad, dedicación, ternura, entrega, paciencia y un amor ilimitado. Que este domingo de Octubre sea distinguido para homenajear a Mamá, pero sea sólo uno más de todos los  dÃas del año en los que decir ¡GRACIAS..! a esa mujer por la que estamos en el mundo es poco, pero a ella la hace sentir bien. A las que están y a las que se marcharon: ¡¡FELIZ  DÃA…!! porque la madre nunca está ausente, su duende custodio siempre nos acompañara hasta el final de nuestro camino.