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El colectivo local Qumanta Huasi presentará en este día lunes a miembros del Concejo Deliberante un proyecto para que se amplíe el Código de Edificación, con el objetivo de que se habilite expresamente en la localidad la construcción con tierra cruda. La propuesta se hará tratando de darle ingreso a partir del bloque de la Unión Cívica Radical.
La motivación de la iniciativa tiene que ver con que en el recientemente aprobado Código de Urbanismo y Edificación el barro no es mencionado explícitamente como posibilidad constructiva. Si bien podría ser considerado en el marco de una cláusula general que es parte de lo aprobado en el nuevo Código, y considerando que una eventual aprobación dependería de interpretaciones particulares, Qumanta Huasi plantea esta alternativa para que se incluya la construcción natural de manera clara.
Es de considerar que hoy por hoy existe legislación de este tipo en múltiples ciudades del país y del mundo. La iniciativa del colectivo local cuenta con el apoyo de la Delegación Regional del Colegio de Arquitectos.
El método de bioconstrucción de viviendas y/o estructuras edilicias ha sido y es parte de la cultura de los pueblos que desde hace miles de años, generaciones tras generaciones en todo el mundo, han desarrollado la técnica de utilizar elementos de la naturaleza para obtener como resultado una vivienda.
La construcción en tierra cruda o adobe y materiales reciclables es uno de los componentes más tradicionales y típicos del hombre en sociedad y, a partir del uso de los recursos naturales, en nuestro país ha sido durante muchos años de manera en la que nuestros antepasados encontraron el método para resolver el problema habitacional. La localidad de Amboy, por ejemplo, cuenta con construcciones de adobe, en pie, de más de 183 años. Se puede mencionar también como casos antiguos la Iglesia Santa Rosa de Lima en Santa Rosa de Calamuchita y muchas otras iglesias de la provincia de Córdoba.
El derecho de acceso a una vivienda digna es reconocido por los instrumentos legales de mayor jerarquía de nuestro ordenamiento jurídico. Además y respecto del impacto ambiental de toda actividad humana, la Reforma Constitucional del año 1994 establece en su art. 41 que […] todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo […].
En la ciudad de Río Cuarto, de Las Higueras, Villa María, Sata Rosa, Unquillo, Salsipuedes y numerosas poblaciones más (incluso, en Hernando) encontramos diversas experiencias de bio-construcción de casas familiares y de salones comunitarios, desarrollados todos a través de la iniciativa de vecinos comprometidos con la temática. De igual manera, en el resto del país y del mundo.
En estrecho diálogo con estas experiencias se están produciendo y realizan cada vez más estudios y seguimientos efectuados para conocer las virtudes del sistema de construcción natural en cuanto a la seguridad, salud, impacto ambiental, humedad, hermeticidad, economicidad, etc.
Del mismo modo, es profusa la legislación en el tema tanto a nivel nacional como internacional. Países como Perú, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Francia, Alemania, India, Nigeria, Costa de Marfil, Sudáfrica, Turquía, Nueva Zelanda y Australia permiten la construcción con tierra cruda.
Sabido es que en la actualidad existen prejuicios y versiones erróneas sobre la construcción en barro, alimentadas por la aparición de técnicas y productos que proliferaron en el mercado y dejaron atrás al recurso natural mencionado.